¡Hombre de Shuruppak, hijo de Ubar-Tutu, destruye tu casa, construye un barco, renuncia a las riquezas, busca solamente la vida, desprecia los tesoros, guarda vivo el soplo de la vida! ¡Embarca en el barco todas las especies vivas! (Epopeya de Gilgamesh, mandato del dios Ea al primer Noé)
domingo, 6 de septiembre de 2015
EL PRIMER JARDÍN
El huerto comienza con la plantación del seto; esa piel y abrigo, que nos protege y nos conecta con el mundo circundante. El alfabeto básico de las especies de árboles y arbustos propias de la región, compone este anillo que es en sí mismo germen de nuestros bosques y paisajes. Los pájaros y el viento se encargarán de diseminar y repoblar como ocurre en la naturaleza. En muy poco tiempo, este simple seto habrá atraído una ingente cantidad de pájaros y animales cada vez más diversos que a partir de aquí van a formar parte del sistema inmunitario de este jardín, controlando las plagas y ayudando a que adentro y afuera, el bosque pueda estar aquí, de algún modo presente.
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